miércoles, 23 de mayo de 2012

LA REVOLUCIÓN DE LAS MUJERES IMPULSA LAS REVUELTAS ÁRABES


Desde siempre el capitalismo ha explotado a la mujer sexualmente, y el cristianismo la ha subordinado al hombre. Pero el camino para cambiar las cosas no es seguir el juego,  sino exigir un cambio de paradigma. El concepto de feminismo islámico se usó por primera vez a principios del siglo XIX cuando las mujeres musulmanas empezaron a pedir un trato de igualdad y participación en la vida publica. Este debate tenía principalmente una raíz política,  y el Estado por su parte empezó a interesarse por este grupo de mujeres que se organizaban alrededor de un ideal y una ciudadanía completa. Las mujeres pedían una participación en la vida política. Turquía fue el primer país islámico que otorgó a la mujer, ya en los años 30 del siglo pasado, derechos idénticos a los del hombre.

Esclava de un patriarcado travestido de dogma religioso y de unos estereotipos que en Occidente la describen a menudo con los rasgos del mito de la odalisca (como la sumisión y el exotismo), la mujer árabe no es una advenediza en la lucha por la libertad y la democracia.

En Túnez, en Egipto, en Marruecos, en Libia, incluso en el conservador Yemen, las mujeres árabes no sólo han caminado junto a los hombres en las manifestaciones contra las tiranías, sino que han sido precursoras del cambio con una lucha que lleva décadas por lograr la igualdad. También por sacudirse el doble yugo al que están sometidas: el de la dictadura y el de la marginación producto de su condición femenina. Afrah Nasser afirma: "Las mujeres estamos alzando la voz y la respuesta es positiva”.

Es la "revolución silenciosa", según la directora de Casa Árabe, lo que ha hecho que las mujeres desempeñen un papel crucial en el proceso de cambio inmenso e irreversible en el que están comprometidas las sociedades árabes.
La urbanización, el paso de la familia extendida a la familia nuclear, la disminución del número de hijos por mujer y la educación femenina y su progresiva incorporación al mercado de trabajo han conllevado cambios sociales en el mundo árabe..

En Túnez, las leyes son las que menos discriminan a la mujer de todo el Magreb y Oriente Próximo. Ya en 1957, Túnez abolió expresamente la poligamia y el repudio, aunque mantuvo otras desigualdades como que las mujeres siguen heredando la mitad que los hombres.

Orgullosas de unos logros a los que no piensan renunciar, miles de tunecinas, se echaron a la calle con los hombres para clamar contra el dictador Ben Alí en el mes de diciembre de 2010.
El ejemplo de las tunecinas cundió en Egipto y en el resto de países que se han alzado después. Durante la revuelta popular que acabó con la caída de Hosni Mubarak, muchas egipcias encontraron en la plaza Tahrir un inusitado espacio de libertad y dignidad. El acoso sexual y el manoseo que padecen las egipcias en cuanto un espacio público se abarrota desaparecieron esos días en la plaza

4 comentarios:

  1. Hola Gema,
    a veces siento vergüenza, no tanto como hombre sino como ser humano que las desigualdades entre hombre y mujer, en el año 2012, todavía sean un problema, parece una broma que después de haber conseguido un desarrollo tecnológico, científico, cultural, etc. no hayamos sido capaces de realmente conseguir la igualdad entre géneros.
    Los movimientos de las mujeres en los países árabes me resultan a la vez que absolutamente necesarios, vitales y dignos de admiración, pero me dejan un cierto sabor a duda. La sociedad de los países musulmanes, tradicionalista, inmovilista y excesivamente influenciada todavía por la religió, ¿está dispuesta a asumir esta profunda transformación? Ni siquiera en las sociedades "avanzadas" de la civilización occidental hemos conseguido finalizar este proceso. Estamos muchos más adelantados, pero de la misma forma que se adelanta también es posible retroceder. Te recomiendo un libro de Natasha Walters. "Muñecas vivientes. El retorno del sexismo.", que trata este tema de manera muy clara.

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  2. Hola Gema,

    enhorabuena por el post.
    Has abordado una perspectiva poco estudiada del conflicto árabe, como es la participación de las mujeres.
    Está claro que, como en todas las sociedades, la mujer tiene una opinión y unas reivindicaciones que deben ser escuchas. No sé porqué, socialmente, se asume que las mujeres árabes no tienen esa opción pero, la verdad es que sí y las revoluciones de la primavera árabe muestran su participación y sus ansias de cambio.
    La mujer se ha visto sometida al patriarcado del hombre en todas las sociedad, la occidental no ha sido menos. Amparándose en unas doctrinas, supuestamente religiosas, la mujer ha sido sometida al hombre. Es admirable que, dentro de las sociedades islámicas también ellas sean participes y defensoras del cambio.

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  3. Yo creo que en el fondo lo que está sucediendo en el mundo árabe es más o menos lo mismo que sucedió hace años ya en el mundo occidental, y si nosotros no hemos sabido desprendernos todavía de ciertas ideas políticas, sociales, religiosas, etc. es poco probable que en los países árabes puedan conseguirlo. No obstante, es esperanzador ver que no todo el mundo está dispuesto a someterse a la idelogía dominante, y es un primer paso para el cambio.

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  4. Hola Gemma, muy buen post y buena reflexión sobre la situación de las mujeres en los paises àrabes y su papel en la revolución.
    Realmente es hora de que los sometidos de la tierra hagan oir su voz y se levenaten contra las estructuras que coartan la vdia de las presonas.
    El poder de la tradición pervertida es muy fuerte pero la ola del cambio aún lo es más.
    Enhorabuena por tu blog.

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